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Los acercamientos para dialogar con la guerrilla del Ejército Nacional de Liberación, Eln, son desde el comienzo distintos al proceso de negociación con la otra guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo, Farc-Ep.
Desde el surgimiento y raíz son diferentes estos dos grupos guerrilleros. Las Farc surgen como un movimiento de autodefensas campesinas en el sur del Tolima, en la región de Marquetalia, y a los pocos años emerge la llamada República Independiente de Marquetalia, que fue atacada con toda la capacidad militar de las fuerzas armadas del Estado Colombiano, sin lograr ni su control ni su exterminio. Fue un movimiento de autodefensa en el que concurrieron muchos campesinos y personas con muy escasa formación escolar y en cambio con mucha capacidad armada para enfrentar al ejército nacional.
El Eln en cambio nació de la mano del triunfo de la revolución cubana, sus fundadores fueron intelectuales e incluso académicos de la Universidad Nacional de Colombia. Tanto el padre Camilo Torres, como Domingo Lain y el cura Pérez contribuyeron con la formación ideológica y política de esta guerrilla.
Las Farc han planteado e impulsan una negociación entre su organización guerrillera y el Estado Colombiano, siendo que la sociedad civil está de testigo. El Eln ha dado a conocer públicamente que una negociación sería entre el gobierno nacional y el pueblo colombiano, siendo esta organización guerrillera testigo del cumplimiento o incumplimiento y ha hecho conocer que solamente entregaría las armas siempre y cuando el Estado Colombiano cumpla cabalmente las promesas hechas al pueblo colombiano.
La construcción de unos posibles acuerdos con el Eln es más compleja que con las Farc, porque en la guerrilla del Eln hay más radicalidad, fundamentada en la formación política, y en tal medida una negociación necesariamente requiere de unos acuerdos en el campo ideológico, lo cual es más difícil y sumamente complicado.
Sin embargo, el final del conflicto social y armado interno, tanto con la una como con la otra guerrilla, traería para la sociedad civil el cese de ser la víctima mejor escogida de estas conformaciones insurgentes y podría contribuir enormemente con el comienzo de un proceso de verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición, para que sea posible el perdón y la reconciliación y un mejor país, con equidad y justicia social.
Emilio Coral.