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Haciendo un recorrido por nuestra ciudad capital nos vamos entendiendo en la materia cuando de movilidad se trata y al preguntarles a nuestros amigos la opinión sobre la movilidad, sobre todo en el centro de la ciudad, todos al unísono nos responden que por favor terminen de arreglar las calles que están cerradas para que haya mayor movilidad automovilística y poder transitar así sea a pie por el centro de nuestro Pasto.
Ante la queja que hace cualquier desprevenido conductor al preguntarle sobre la movilidad en Pasto su cara lo dice todo y nosotros adivinamos su respuesta, la demora para el arreglo de las vías, tanto en el tendido de tubería y acometidas, como en el trabajo final de la adecuación y colocación del concreto o placa rígida de un extremo al otro, ni que fueran kilómetros de extensión a lo largo y ancho.
Pero recordemos amigos lectores que estamos en una ciudad carente de todos los recursos para las buenas maneras de hacerlo todo correctamente, con todos los vicios de una ciudad de segunda categoría, con más de 300 mil habitantes, 130 mil carros, y 150 mil motos y apenas 9 calles semi completas, o sea que a duras penas van de canto a canto, de oriente a occidente de la ciudad porque el resto son calles y carreras mochas que empiezan en una esquina y terminan después de dos o tres cuadras.
Analizando con cabeza fría y concienzudamente podemos decir que Pasto, ciudad sorpresa de Colombia, carece de calles que atraviesen la ciudad de sur a norte y de oriente a occidente. No es tanto lo que dicen que a esta ciudad no le cabe ni una moto ni un carro más, pues la verdad que todos dan la vuelta en aproximadamente 12 cuadras y además los semáforos no están sincronizados de una calle con otra ni mucho menos con las carreras.
Ha sido posible que en algunos espacios la Alcaldía ha podido ganarle la batalla a los vendedores informales que se colocan en cualquier andén del centro de nuestra ciudad y contra viento y marea no ha mermado su esfuerzo con un batallón de empleados para que la gente del común pueda desplazarse tranquilamente por el centro y andenes de la ciudad, sin tener que bajarse a la calzada.
Otra respuesta que recibimos fue que ese viejo anhelo de peatonalizar el centro, para sortear solo andenes para llegar a cualquier dependencia, u oficina, o local comercial sin tener que burlar la moto, la cicla, ni mucho menos un peligroso conductor sin licencia de conducción tan atrevido de llegar hasta el centro de la ciudad.
Pero poco a poco vamos saliendo de ese embrollo en donde estamos metidos y con la ayuda de todos nos vamos culturizando, demostrando que somos unas personas educadas, que hemos pisado una aula de educación y que vamos a salir adelante con nuestro empeño y tesón pastuso.