Para ver más noticias escalofriantes ingrese AQUÍ
El invierno ha azotado el país de manera inclemente, originando represamiento de sus aguas en las altas montañas en donde nacen los ríos y quebradas, que han producido grandes avalanchas de tierra, ramas, árboles y piedras, con balances de pérdidas de vidas humanas, de viviendas, cultivos y animales domésticos, que las distintas comunidades ponen su grito en el cielo, para que los organismos de socorro les presten su ayuda inmediata y en el menor tiempo posible.
Es muy importante que las oficinas de riesgos y prevención de desastres nacional, departamental y municipales pongan en marcha con sus recursos humanos, tecnológicos, logísticos y materiales, las alertas tempranas en todo el país, para evitar tragedias por el crudo invierno, que sobrepasa los límites habituales, de acuerdo al informe del Instituto de Meteorología y Adecuación de Tierras.
Lo más grave la construcción por un Consorcio Colombo-Brasileño de la represa de Hidroituango, cuyos embalses y represamientos de agua, que generarán la producción de energía eléctrica, por el taponamiento de uno de los túneles de escape, ha generado la invasión del cuarto de máquinas y que amenazan la destrucción de las formaletas que hacen parte de esta gran obra de ingeniería en el departamento de Antioquia.
La gran sobrecarga de aguas, que con gran fuerza ha destruido puentes, carreteras, viaductos y amenaza con llevarse las viviendas de Puerto Valdivia, Cáceres, Tarazá, Caucasia y Nechí, construidas a las riberas del río Cauca y menos mal, gracias a la evacuación ordenada en estos días por los organismos de socorro, sus habitantes han logrado refugiarse en coliseos, iglesias y centros culturales de los municipios vecinos, para salvaguardar sus vidas.
El miércoles 16 de mayo los responsables de estas obras y los directivos de las Empresas Públicas de Medellín oficializaron esta penosa situación al presidente Juan Manuel Santos Calderón, para que sea él con su Consejo de Ministros quienes busquen las soluciones más urgentes, encaminadas a prevenir una gran catástrofe nacional, que empañaría a muchos hogares humildes de estas comarcas, en el Bajo Cauca antioqueño.
En declaraciones de uno de sus inmediatos colaboradores, manifestaba que esta situación le correspondería al próximo mandatario de la nación, a lo cual nos oponemos, porque esa es responsabilidad del actual gobierno, que constitucionalmente debe velar por la vida, honra y bienes de los colombianos, hasta el último día de su mandato, el 7 de agosto del presente año. Consolidándose de esta manera su verdadera entrega por el bienestar y la tranquilidad de sus gobernados.
Vienen a mi memoria los ingentes esfuerzos de muchos líderes políticos y comunitarios, quienes desde la década de los años 70 han luchado a brazo partido hasta hoy, para que el Gobierno Nacional, construya la represa del Patía, aprovechando los grandes cañones inhabitados al paso de este importante río, considerado el más grande de Nariño y que no afectaría a las poblaciones asentadas en el Bajo Patía.
Los nariñenses pediremos en nuestras oraciones al Creador de la vida, preserve a nuestros paisanos que viven estos embates de la naturaleza en los actuales momentos.
Por: Jorge Enrique Tello Chávez.