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Al conocerse los millones de dólares que la empresa brasileña Odebrecht pagó a las campañas presidenciales pasadas y la forma tan descarada cómo ese dinero desfiló por nuestro país sin que ‘nadie se diera cuenta’, nos demuestra lo cínicos y corruptos que son los políticos de nuestra madre patria.
Pero el cinismo mayor se ve en las respuestas que dan los implicados, con lo que demuestran que piensan que los ciudadanos somos unos idiotas.
El máximo jefe de estado y Premio Nobel de Paz, Juan Manuel Santos, salió a decir que ‘apenas se entera’ de que esos dineros entraron a su campaña. El otrora candidato presidencial Oscar Iván Zuluaga, al igual que Santos, dijo que nunca se enteró que llegó esa ‘platica’ a su campaña.
Nadie se dio cuenta, ni siquiera el procurador de esa época Alejandro Ordóñez, él tampoco vio cómo se llenaban de dinero extranjero las honestas campañas presidenciales. Esos ‘tipos’ son muy de a buenas (como decimos los colombianos) ya quisiéramos todos que nos consignen varios milloncitos sin que nos demos cuenta.
Pero ante esto, uno no sabe que da más rabia, si la forma tan descarada como Odebrecht financió esas campañas a los dos candidatos (ganaban a la fija) o las respuestas de Santos y Zuluaga.
En serio, señores ‘Honorables Políticos’ ¿ustedes creen que los colombianos somos tan pendejos para creer que apenas se enteran o que nunca supieron de esos dineros? Por favor respeten a su pueblo y sean varones dando la cara y aceptando la verdad.
Yo no creo que los candidatos no estén pendientes de dónde vienen la plata de sus campañas políticas y si es así, pues con razón nuestro país está como está. bCriticaban a Samper que en su época dijo que si entró dinero de la mafia fue a sus espaldas y ahora vienen este par de ‘joyas’ a decir casi lo mismo.
Esto nos demuestra que todos ellos son iguales, que les importa un bledo el bienestar del país y solo piensan en repartirse el dinero del pueblo y los puestos burocráticos.
Ya es hora señores colombianos que abramos los ojos y dejemos de seguir eligiendo a esa clase de personajes que no son más que ‘lobos disfrazados de ovejas’, solo espero que no sean tan bestias de ahora inclinar su voto por el gamín de los coscorrones.
Jaime Goyes Andrade