El Plan de Desarrollo del alcalde de Pasto

A cualquier administración gubernamental, generalmente, la población le reclama la realización de importantes obras de infraestructura y ejecución de programas sociales que tiendan a solucionar de manera efectiva y acertada sus apremiantes necesidades.
Luis Eduardo Solarte.

A cualquier administración gubernamental, generalmente, la población le reclama la realización de importantes obras de infraestructura y ejecución de programas sociales que tiendan a solucionar de manera efectiva y acertada sus apremiantes necesidades.

Bajo esta premisa, entonces, el alcalde Nicolás Toro Muñoz, quien está  verdaderamente comprometido con la búsqueda de una justicia social con equidad, se esfuerza al máximo por lograrlo porque es consciente que así es factible abrir el camino de un presente y de un futuro mejor para todos los habitantes de Pasto.

Por ello, se trabaja en la estructuración del Plan de Desarrollo a fin de comenzar a ejecutar el programa de gobierno que le permitió obtener el apoyo necesario para salir electo.

Sin embargo, Toro Muñoz y su equipo de gobierno son conscientes que los objetivos y la estrategias del Plan de Desarrollo no deben estar enfocados a realizar prioritariamente obras de cemento, las cuales si bien son importantes no lo son todo para generar bienestar y progreso.

En ese sentido, y con la participación de las comunidades urbanas y rurales, se trabaja en establecer puntos claves dentro del Plan de Desarrollo para derrocar la pobreza y reducir la desigualdad que hoy en día afrontan una inmensa mayoría de personas.

Pues, Toro Muñoz  entiende muy bien, no de ahora como mandatario sino desde mucho tiempo atrás, que “reducir sustancialmente la desigualdad es condición indispensable para reducir la pobreza”.

De allí que, sabe y es consciente que hoy en día para combatir la pobreza y la desigualdad se tiene que fomentar el desarrollo en diferentes niveles de la economía, luchar por ampliar la cobertura universal de la salud, trabajar y gestionar para que haya un acceso universal a la educación de calidad, invertir en el mejoramiento de la infraestructura rural y urbana,  y hacer del deporte y el aprovechamiento del tiempo libre medios que también permitan mejorar la calidad de vida de los habitantes.

De lo contrario, los pobres, como una colectividad vulnerable a todo tipo de acontecimientos por la falta de activos y bienes económicos que potencia su marginalidad, van a continuar siendo socialmente maltratados y despreciados por agentes con recursos y por los grupos que detentan el poder, dice Toro Muñoz.

Y estas circunstancias, agrega,  conllevan en últimas a que a los pobres se les falte al respeto en la sociedad, en las instituciones oficiales, provocando en ellos una deficiente autoestima personal que lastimosamente invita a que acepten su triste situación sin esperanza sin poder salir del pozo en que se encuentran, y resignándose a que el Estado paternalista les de todo.

Efectivamente, le asiste razón al alcalde Nicolás Toro Muñoz en pensar de esa forma, porque mientras las mayorías populares sigan sumidas en la miseria, el marginamiento y el olvido a que están abocados, serán caldo de cultivo para que en Colombia la semilla de la violencia continúe floreciendo con otros actores y en otras circunstancias.

De todas maneras, esperemos que los objetivos y buenos propósitos con los que se diseñe y se apruebe el plan de desarrollo de Pasto, lleguen a cristalizarse con el tiempo y, por lo tanto, sirvan para mejorar la calidad de vida de los habitantes del municipio, en especial de los más pobres.

solarpastas@hotmail.com

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