Jeremías Quintero, el papá de los villancicos

Ismael Botina popular maestro Buchón, cada vez que llegan las novenas de navidad, recuerda a su buen amigo: Jeremías Quintero, un músico nariñense, oriundo de Barbacoas.
Manuel Eraso.

Ismael Botina popular maestro Buchón, cada vez que llegan las novenas de navidad, recuerda a su buen amigo: Jeremías Quintero, un músico nariñense, oriundo de Barbacoas, quien es el autor de la mayoría de villancicos tradicionales, que pese al tiempo, cada vez entonamos con  más fuerza.

Cuando la familia entona aquella  canción “Vamos pastores vamos”, pocos sabemos que su letra y música  llevan la marca de un nariñense.

El zambo Quintero, le decían los  vecinos de la época; desde niño se le vio esa aptitud inconfundible por la música;  desde joven, formó parte de la banda  musical del pueblo Barbacoas  y en su pubertad ya era un maestro, después de cursar estudios en Popayán.

El hombre vino con el signo navideño, nació un 16 de diciembre de 1884, justo comenzando la novena del Niño Dios y por eso decía con su acento costeño, “Yo soy pura navidad”.  En su niñez y de acuerdo a la costumbre de Barbacoas, que ese tiempo era un puerto con casas de madera y economía pujante  por la explotación del oro, fue criado y arrullado por una dama de la servidumbre,  llamada la “Nana”, y justamente esa fue su primera inspiración con el villancico,…Nana…nanita nana… nanita ea…mi Jesús tiene sueño bendito sea…”

Jeremías Quintero, cuando llegó a Pasto  vivió en el barrio San Andrés, en una tienda de rejilla como las de la época y junto a la chiquillada del sector sembraron un árbol de pino, que hasta ahora se mantiene y adorna el parque de “Rumipamba” que construyó  la administración municipal de Pedro Vicente Obando.

Muchos villancicos se fueron para otros lados, pero, Jeremías,  es autor de más de 400 canciones, en su mayoría al ritmo de bambucos y pasillos.

Quien no recuerda por ejemplo:” Nana…nanita nana…”,  “Ya viene el niñito, jugando entre flores”; “¡Oh precioso niño!”;   “Jesús mi amorcito”; “Pimpollo de canela”, “Niño Divino”; “Dormido entre humildes pajas”…en fin cánticos de Navidad que nos alegran el alma y  reúnen a todas  las  familias.

Desde niño, este músico se destacó por su creatividad  e ingenio para componer canciones al Niño dios.

En este campo artístico tuvo un reconocimiento internacional,  cuando en el año de 1950 siendo presidente de Colombia Roberto Urdaneta,  mandó  recopilar toda la producción de villancicos  y se realizó el primer festival de música infantil navideña  transmitido en vivo por la televisora nacional. Esta colección pasó a formar parte de la Asociación de pesebristas de Barcelona España, entidad internacional que reúne a los mejores compositores de villancicos del mundo.

Se dejó tentar por la política, fue diputado y representante a la Cámara en la década de los 30.

Toda la producción de villancicos, la preserva el Banco de la República y la asociación de pesebristas de Barcelona, España.

“Debajo del duraznero, Santa María soñaba…y el árbol se iba llenando de tenues alas rosadas…! Oh…niño Jesú…oh niño Jesú…!

Aquí se nota ese acento costeño, puro costeño….! Oh niño Jesú…oh niño Jesú…

viejomanolo1@hotmail.com

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