‘Colombia merece un cambio’, era la frase más escuchada durante la contienda electoral y que al parecer se hizo realidad con la elección de Gustavo Petro como presidente de la República y Francia Márquez como vicepresidenta. Hablo del cambio de ideología política en el país; ya que un equipo de izquierda, feminista y ambientalista, ha asumido el poder, sin embargo, para hablar de un verdadero cambio tendremos que esperar a que inicien su mandato, y pongan en marcha las propuestas que los llevaron a ser los vencedores.
De lo que si estoy seguro es que el pueblo colombiano ha despertado, los jóvenes han tomado las riendas de su nación y eso lo demuestra los resultados, la mitad del país se pintó de color naranja, tono que eligió la Registraduría para indicar los lugares en el que el Pacto Histórico obtuvo la victoria; 16 de los 32 departamentos se tiñeron de este color, es decir que 11.281.013 colombianos le apostaron a dicho cambio; por el contrario 10.580.412 preferían continuar sumidos en un mandato de derecha.
La participación democrática fue otro de esos cambios que se logró en estas elecciones, fue una de las más altas en la historia del país, sin embargo, quedaron unos cuantos sin ejercer su derecho al voto y cumplir su deber como ciudadanos, específicamente 16.343.545 personas (41.91%) de las 39.002.239 habilitadas para votar. A pesar de lo alcanzado sigue siendo todo un reto lograr que más del 80% de colombianos accedan a las urnas.
Uno de los logros más importantes de este certamen electoral, es haber elegido como vicepresidente a una mujer, afrodescendiente, lideresa social, del sur del país, una persona que representa a la gran mayoría de colombianos, víctimas del abandono estatal, del conflicto armado, de los cultivos de uso ilícito, de la mega minería, como decía Galeano de los nadies que habitamos Colombia, y que hoy tenemos la mejor representación en la presidencia de la República.
Petro, Márquez y su futura bancada política, deberán asumir un gran reto, este es gobernar el país, que por más de 200 años ha sido liderado por los partidos de derecha y que en los últimos 4 años se ha ido desangrando. Colombia se ha sumido en graves hechos de violencia, en el incumplimiento del acuerdo de paz, en la problemática no resuelta de los asesinatos de líderes y lideresas sociales y en un enorme descontento social que se evidencio durante las protestas en contra del gobierno.
Y ni que hablar del aumento de la inflación y de la tasa de pobreza, es por ello que cualquier acción que mejore todo este caos será un gran logro para el gobierno que se posesiona el próximo 7 de agosto.
Por: Christian Benítez Ramírez
