Hace 15 días tuve necesidad de viajar a Bogotá con el propósito de cumplir con un compromiso laboral. En Avianca el tiquete de ida y regreso me costaba $1.100.000. Pregunté por el mismo tiquete en Latam y me costó $600.00, para las mismas fechas y el mismo recorrido. El viaje en Latam, lo hice en la misma clase de avión que utiliza Avianca. Me tomé el atrevimiento de buscar la diferencia entre las dos empresas y no encontré ninguna.
Avianca por un millón cien mil pesos, solo me permitía llevar equipaje de mano. Lo mismo que en Latam por 600 mil pesos. En ambas empresas me manifestaron que si quería llevar una maleta en bodega tenía que pagar un adicional, cuando en otras épocas esto estaba incluido en el valor del pasaje. En ninguna de las dos aerolíneas, se ofrecía refrigerio alguno. El itinerario sólo se diferenciaba en una hora tanto en la ida como en el regreso. Ambas aerolíneas hoy están de acuerdo en que al pasajero hay que cobrarle por todo: Por un refrigerio, por la maleta, por escoger la silla, por el entretenimiento a bordo y adicionalmente está prohibido ir al baño. Si las empresas incumplen los itinerarios no pasa nada, pero si es el pasajero quien no pudo tomar el vuelo, pierde el valor del tiquete. ¡Esto es el colmo!
Hoy todo ha subido, como lo hizo el dólar y los huevos de Carrasquilla. Sube la gasolina, los alimentos, la ropa, el transporte, la mano de obra, toda clase de medicamentos, insumos, materiales para la construcción y como si fuera poco también suben los impuestos. Todo lo anterior por culpa de la pandemia y del paro nacional.
Llama la atención que cuando baja el dólar, termina el paro y los bloqueos, nada baja. ¡Esto es el colmo!
Así de jodidos estamos. Pagamos impuestos al adquirir alimentos, al consumirlos en el restaurante, al comprar la gasolina, un tiquete, al salir a pasear, por trabajar y hasta por cobrar un cheque. ¡Esto es el colmo!! No me gusta quejarme, pero esto es insoportable.
POR: VICTOR RIVAS MARTINEZ.
