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La pandemia del COVID-19 lo cambió todo y dejó al descubierto grandes vulnerabilidades en personas con enfermedades de base a quienes el riesgo de una infección es muy alta.
Uno de esos pacientes que han tenido que redoblar sus esfuerzos son quienes sufren de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica o más conocida como EPOC.
Este 11 de noviembre se conmemora el día mundial de esta enfermedad para concientizar a las personas sobre los factores de riesgo y también la forma de prevenir. Con esta fecha la Organización Mundial de la Salud (OMS) busca llamar la atención entre la población sobre los síntomas, factores de riesgo y tratamiento para la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Todo esto porque se prevé que para 2030 esta dolencia se habrá erigido en la tercera causa más importante de muerte en todo el mundo.
Según un estudio realizado por especialistas del servicio de Neumología del Hospital Universitario de Guadalajara junto a profesionales de la Universidad de Alcalá, el Hospital de la Princesa, el Instituto de Salud Carlos III, la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Pontificia de Comillas, los pacientes con esta enfermedad tienen el doble de riesgo de contagiarse de COVID-19 y tres veces más probabilidad de fallecer por este motivo.
Qué es el Epoc:
Se entiende por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una serie de padecimientos que en conjunto limitan en gran medida el flujo de aire a los pulmones.
Algunas de las enfermedades que se suman a este cuadro son: bronquitis crónicas, el enfisema, disnea, producción de esputo y la famosa tos del fumador.
La EPOC no es solo tos y falta de aliento, realmente se trata de una enfermedad potencialmente mortal que si no es tratada a tiempo, conduce de forma progresiva a la muerte.
Es causada por la exposición a largo plazo a gases o partículas irritantes, en la mayoría de los casos del humo de cigarrillo. Las personas con EPOC tienen mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón y una variedad de otras afecciones.
Síntomas: Estas señales solo aparecen hasta cuando ya se ha producido un daño significativo y por lo general estos síntomas se complican con el tiempo.
1. Dificultad para respirar, sobre todo durante la actividad física
2. Silbido al respirar
3. Presión en el pecho
4. Tener que aclararse la garganta temprano a la mañana, debido al exceso de mucosidad en los pulmones
5. Una tos crónica que puede producir mucosidad (esputo), la cual puede ser transparente, blanca, amarilla o verdosa
6. Color azul en los labios o los lechos ungueales (cianosis)
7. Infecciones respiratorias frecuentes
8. Falta de energía
9 Pérdida de peso involuntaria (en los estadios más avanzados)
10. Hinchazón en los tobillos, los pies o las piernas.
Cómo saber si tengo EPOC:
Entre las pruebas de función pulmonar, la principal para el diagnóstico de la EPOC es la espirometría que consiste en la cantidad de aire que puedes inhalar y exhalar.
Otra prueba complementaria es la medición del flujo máximo de aire que mide qué tan rápido puedes expulsar el aire de tus pulmones.
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