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La pandemia generada por el COVID-19 provocó el cierre masivo de escuelas y centros educativos en todo el territorio colombiano, lo que evidenció las grandes oportunidades que existen en materia de acceso a Internet, así como los retos que enfrenta el sector educativo para continuar impartiendo clases en una realidad donde la virtualidad tomó el protagonismo.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) solo 1 de cada 6 hogares en zonas rurales cuenta con la posibilidad de tener acceso a servicios de Internet, lo que quiere decir que aún existe una notable brecha para asegurar cobertura con alta penetración, especialmente en aquellas áreas que poseen características geográficas complejas para llevar conectividad.
Sin embargo, desde diciembre del año pasado, se llevó a cabo la instalación exitosa y en tiempo récord de 1.300 zonas digitales por parte de INRED, proveedor de servicios y soluciones de ingeniería, y SES Networks, proveedor global de servicios de datos administrados habilitados por satélite, que han permitido mejorar las condiciones para comunidades históricamente desconectadas en Colombia en términos de crecimiento económico, laboral y por supuesto, educación virtual.
La apuesta por el aprendizaje online en la ruralidad La vereda Marqueza Alta, la más lejana de la cabecera municipal ubicada en el municipio de Tangua en el departamento de Nariño, hace parte de una de las muchas comunidades que se ha visto beneficiada con la implementación de estas zonas digitales para acceso comunitario gratuito.
El proyecto, en esta zona del territorio colombiano, contempló la instalación y puesta en marcha de 10 zonas digitales en 10 veredas y corregimientos, con el propósito de que niños, niñas y jóvenes pudieran consultar sus tareas a pesar de la emergencia sanitaria causada por el COVID-19 en el país.
Nariño, fue el primer departamento al que INRED entregó la totalidad de las zonas digitales en un tiempo récord de 8 días, abriendo así el paso a la creación de un piloto de conectividad rural en la región que permitiera, además de impulsar la educación virtual, apoyar iniciativas de economía naranja y servicios de telemedicina, los cuales han sido fundamentales para atender las necesidades en términos de salud de la población.