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Insólito. Una mujer de 35 años simuló haber sido víctima de una agresión sexual de su expareja y para hacerlo más real se echó pegamento en la vagina, todo esto como parte de una pornovenganza. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) encontró culpable a la mujer y la condenó a 10 años de cárcel.
Según el portal La Vanguardia, la acusada fue condenada por simulación de delito y detención ilegal por la Audiencia Provincial de León, que impuso además a un hombre de 28 años, F.V.A., siete meses de multa a razón de diez euros al día como cómplice de simulación de delito.
El medio informó que el pasado septiembre la sección tercera de Audiencia de León, en el juicio quedó acreditado que los hechos denunciados "sencillamente no tuvieron lugar" y que fue todo un montaje de la acusada con la intención de vengarse de su exnovio, que poco ante había roto la relación.
La mujer había denunciado que fue secuestrada en la puerta de su casa en Fabero sobre las 23.00 horas del 17 de octubre de 2016 por dos cómplices de su expareja que la obligaron a entrar en un coche en el que la trasladaron a Bembibre.
La denuncia la presentó a la Guardia Civil, una vez allí fue maltratada y vejada por su expareja que, según ella, le habría echado pegamento en la vagina y posteriormente abandonado semidesnuda en el barrio de la estación de la capital del Bierzo Alto.
La mujer había solicitado el reingreso en prisión de su expareja, que había salido de la cárcel tres días antes, tras denunciar que había sido acosada por él.