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Triste final. Zahra Ismaili fue sentenciada a la pena capital por matar a su esposo, Alireza Zamani, funcionario del Ministerio de Inteligencia iraní. Según  Daily Mail, el abogado de la mujer, Omid Moradi, indicó que ella actuó para protegerse a sí misma y a su hija.

Los argumentos no fueron suficientes y la justicia ordenó que fuera colgada. La ejecución de la mujer, que tenía 2 hijos, fue programada para el pasado miércoles 17 de febrero.

Mientras Zahra esperaba su ahorcamiento en una prisión en la ciudad de Karaj fue obligada a observaba cómo otros 16 hombres, que estaban delante de ella en la fila, eran ejecutados. El impacto fue tan grande que le provocó ataque al corazón.

El abogado declaró que el fallecimiento de Zahra no canceló su ejecución y el cuerpo de la mujer fue colgado para que la madre de su esposo pudiera ejercer su derecho de ojo por ojo.

El diario señaló que la República Islámica regularmente ocupa el segundo lugar en el mundo por número de ejecuciones, solo detrás de China.