Internacional

La periodista Zhang Zhan fue una de las encargadas de dar a conocer al mundo el brote de COVID-19 en Wuhan, China, a principios de este 2020. Fue detenida en mayo por las autoridades del país asiático y en las últimas horas fue condenada a prisión por “provocar altercados y buscar problemas".

Aunque ella había iniciado una huelga de hambre que ha causado que su estado físico sea "muy débil", este no fue un impedimento para que  fuera condenada por  publicar información a través de plataformas chinas como WeChat y otras prohibidas en el país como Twitter o YouTube.

La mujer tendrá que pagar una condena de cuatro años de prisión, y durante el juicio ella no aceptó los cargos por los cuales la condenan, ya que ella considera que sus informaciones no deberían ser censuradas.

La segunda detención de la mujer se debió a que en septiembre la periodista había publicado que los ciudadanos de Wuhan habían recibido comida podrida durante el confinamiento de once semanas que vivió la ciudad o que fueron obligados a pagar tasas para poder hacerse pruebas del coronavirus.

"El Gobierno chino ha vuelto a celebrar una farsa de juicio durante las Navidades ya que las autoridades quieren reducir la atención sobre estos casos 'sensibles' mientras los diplomáticos y periodistas están de vacaciones", explicó Leo Lan, investigador de la organización Chinese Human Rights Defenders (CHRD).