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Una verdadera "guerra" contra el tiempo es la que están viviendo los hospitales y los profesionales de la salud para salvar la vida de las personas que llegan tras contagiarse con COVID-19.
En las últimas horas ante la emergencia, El primer ministro portugués, Antonio Costa, suspende la comunicación aérea con Reino Unido para frenar los contagios de la nueva cepa británica.
Las imágenes que se ven a las afueras de los hospitales son impresionantes pues hay filas de ambulancias esperando para que los pacientes y quienes presentan complicaciones de la salud sean atendidos. En las últimas 24 horas, el sistema de salud vive una gran presión.
Portugal reportó un nuevo récord de muertes diarias por quinto día consecutivo, una muestra de que el país continúa bajo el azote de la pandemia.
Las autoridades reportaron 234 nuevos decesos, lo que eleva a 9.920 el total en el país de 10,3 millones de habitantes.
Los hospitales internaron otros 149 pacientes de COVID-19 en sus pabellones, y otros 13 en terapia intensiva. Los pabellones de COVID-19 y las unidades de terapia intensiva tienen una ocupación media del 90%.
Los casi 14.000 nuevos casos notificados oficialmente fueron la segunda cifra más alta durante la pandemia.
En el Hospital de Santa María, el más grande de Lisboa, más de una docena de ambulancias hacían cola a lo largo de una vía de acceso, esperando para entregar a sus pacientes con COVID-19 a los médicos. En algunos hospitales, los conductores de ambulancias se han quejado de que han tenido que esperar durante horas.
En el Santa María, la responsable de la respuesta de emergencia al COVID-19, Anabela Oliveira, dijo que el personal estaba trabajando bajo una “presión brutal”.
Dijo que el hospital también ha estado recibiendo pacientes excedentes de otros hospitales de la región.
“El servicio de salud pública se colapsará si estos números siguen llegando, si seguimos bajo esta presión”, dijo a los periodistas fuera del hospital. “Este es el momento más crítico de la pandemia”.
Los funcionarios dijeron que los médicos estaban comprobando las necesidades de los pacientes en las ambulancias, para ver si eran casos urgentes, y que el hospital estaba cerca de su límite.
El gobierno portugués achaca el aumento a la aparición de una variante más contagiosa identificada por primera vez en el sureste de Inglaterra. Por ello, ha suspendido los vuelos desde y hacia el Reino Unido a partir del sábado.