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El hecho se presentó en las horas de la noche cuando el joven de 26 años, Freddy Enríquez, llegaba de su trabajo al barrio en donde residía desde hace poco tiempo: Pinar del Río, al suroccidente de Bogotá.
Freddy había llegado en el mes de febrero a la capital del país con el sueño de ser profesional, pues a sus 26 años y debido a la dura situación económica no habría podido iniciar una carrera universitaria. El joven era oriundo del Tolima y habría llegado a la capital para estudiar ingeniería de alimentos, pero al ver que la carrera costaba un poco más del dinero que el traía decidió pedir prestado dinero a unos hombres que conoció en la localidad de Kennedy, los llamados ‘gota gota’.
Para poder pagar el préstamo por 7 millones de pesos que había adquirido en joven se encontraba trabajando como mensajero de una reconocida empresa de encomiendas del país, allí llevaba trabajando 4 meses en donde todo el dinero que recibía era para dárselo a los hombres que le cobraban, pero llego el día en que no pudo pagar más por qué era pagar la deuda o no tener con que subsistir.
La amenaza
Luego de haber dejado de pagar los intereses del dinero prestado, Freddy comenzó a evadir a los cobradores huyéndoles y escondiéndose. Hace poco menos de un mes los sujetos habrían sostenido una conversación con Freddy para darle un ultimátum, que si no pagaba el dinero y se ponía al día le iba a pesar, Según Marco Álvarez compañero de vivienda de la víctima, Freddy se asustó mucho des pues de recibir la amenaza “él me comento de su deuda y que no sabía cómo hacer para pagarla pues su familia no sabía que él debía tanto dinero”, aseguró Marco.
Después de 10 días de haber recibido aquella amenaza el joven vivía escondiéndose, pero no le fue suficiente todo lo que hizo pues hacia las 11 de la noche se encontraba en una tienda cerca del lugar donde residía junto a Marco tomándose unas cervezas cuando la muerte lo tomo por la espalda.
En medio de la noche y entre trago y trago a lo lejos se escuchó el sonido de una moto que se acercaba a alta velocidad, al llegar al punto en donde ellos se encontraban y sin tan siquiera parar dos hombres que venían en el vehículo desenfundaron sus armas y dispararon en siete ocasiones que lamentablemente impactaron a Freddy en varias partes de su cuerpo.
Marco tuvo que ver morir a su amigo en aquel lugar, pues fueron tan precisos los disparos que según él mismo no tuvo tiempo de darle ayuda o de llevarlo a un centro asistencial. “lo mataron por la deuda, por no pagar, a quien le debía debió ser alguien peligroso”, dijo Marco.
Redacción
Ricardo Bustos