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Ayer familiares de víctimas de desaparición forzada entregaron un informe a la Comisión de la Verdad en el que se revela que en Nariño hay más de 5.500 víctimas de desaparición forzada por causa del conflicto armado y que muchas estaban en condiciones de vulnerabilidad.
El informe señala que hay una estrecha relación entre casos de desaparición forzada en Nariño con abandono estatal, cultivos y tráfico de narcóticos. El evento de entrega del informe fue de manera virtual por el facebook de Codhes, dijo la directora de la Fundación Murú, Martha Ceballos.
Las afectaciones de la desaparición forzada ocurrida en medio del conflicto en Nariño son graves. De acuerdo con cifras de la Unidad para las Víctimas, en el departamento se registran 5.533 víctimas de desaparición forzada, de las cuales 1.476 son víctimas directas y 4.057 indirectas.
“En una de las principales calles de Pasto, capital de Nariño, se puede ver un enorme mural que las víctimas pintaron en homenaje a sus familiares desaparecidos y en el que se lee la frase Ustedes cierran los ojos y olvidan, nosotros cerramos los ojos y recordamos”, dijo Ceballos.
Es por ello que ayer la Fundación Murú y 6 asociaciones de víctimas, con el apoyo de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, Codhes, entregaron a la Comisión para el esclarecimiento de la verdad el informe Construyendo verdad desde las víctimas para la paz y la reconciliación en dos municipios del departamento de Nariño, en el que se presentan los hallazgos de una investigación adelantada en los municipios de Pasto y Cumbal sobre desaparición forzada, y que cubrió los periodos de comprendidos entre 1998 y 2016.
“De acuerdo con el informe, uno de los principales hallazgos es que la mayoría de las personas que han sido desaparecidas en el territorio han estado en contextos vulnerables por búsqueda de oportunidades laborales. El informe señala que, si bien la desaparición forzada afectó a todo el departamento, se concentró en la zona central que corresponde al área oriental de la cordillera de Los Andes y el piedemonte”, afirmó Ceballos.
Personas vulnerables
Entre otros hallazgos, el informe muestra que las desapariciones realizadas por los paramilitares en Nariño están asociadas principalmente a problemas surgidos alrededor del tráfico de narcóticos, en las modalidades de disputa de rutas o ajustes de cuentas o para asegurar o encubrir el despojo de tierras. En estos casos las víctimas han sido principalmente campesinos pobres y altamente vulnerables, hombres entre los 15 y los 35 años.
En los casos de desapariciones ejecutadas por la guerrilla, estos han estado más asociados al reclutamiento forzado que afecta principalmente a jóvenes, cuando tras la vinculación sus familiares pierden su rastro de manera definitiva; también al secuestro de integrantes de la Fuerza Pública y de otros agentes del Estado.
Finalmente, el informe reconoce el tenaz liderazgo de los familiares en la búsqueda no sólo de sus seres queridos, sino también de todas y todos los desaparecidos en la región a pesar de las dificultades y obstáculos que afrontan para conseguir la verdad y la no continuidad y no repetición de los hechos.