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El nuevo Congreso de la República más con repitientes que con nuevas figuras y que acaba de instalarse el pasado viernes para un período de cuatro años de acuerdo la constitución y las leyes tiene que asumir toda una serie de retos y compromisos sobre todo en la postulación de ponencias que ameriten a la luz del poder ejecutivo debatir y aprobar los proyectos que el pueblo reclama siempre.
Ojalá que esta vez sí se pueda desarrollar una gestión en donde se haga más efectiva la presencia de los congresistas nariñenses sobre todo cuando por su apoyo en las elecciones presidenciales entran en el llavero de la coalición de gobierno. Seguramente se facilitará un poco más para que a nivel de ministerios se pueda exponer las apremiantes necesidades del departamento de Nariño.
Y hay temas que se asoman de momento entre los tanto que tiene esta región del país. Nos permitimos recordamos a nuestros parlamentarios que la base de la economía en Nariño ante todo es la agricultura y en los últimos años por la falta de políticas enfocadas a estimular el agro, para que los campesinos con buen asesoramiento técnico diversificando ojalá sus productos, no sigan esclavos de cultivos tradicionales cuyos mercados cada día los están dejando en la ruina.
Otra de las acciones inaplazables es lo del gas y la gasolina que ya de años se han convertido en problemas de orden mayor y lo que es peor sin que haya una solución inmediata al problema de la continua escasez de combustibles. La labor de los congresistas sureños entonces es evitar que ante tantas quejas el gobierno esté, a lo mejor decidiendo suspender el subsidio por zona fronteriza.
Y una más lo de la salud que también se busque a través del Congreso que las entidades de salud sean estrictamente controladas para que se preste oportuna atención a los usuarios en Colombia. Se sabe por ejemplo que hay entidades con miles de afiliados que no tienen la menor garantía para ofrecer servicios médico-asistenciales.
Confiamos en la capacidad y en los buenos oficios de nuestros voceros.
Sofonías Rodríguez M.