Opinión

Las situaciones que por estos días se presentan en la plaza de El Potrerillo, el mercado más grande de Pasto, nos hacen acordar del adagio en el que se expresa que “Pueblo pequeño, infierno grande.”

La verdad es que con las más de tres mil personas que congregan las actividades comerciales que tienen como escenario El Potrerillo, podemos perfectamente compararlo con una especie de pueblito en el que mueven toda clase de intereses y se desarrollan toda clase de acciones muchas de ellas no tan legales, como de manera permanente lo manifiestan los vendedores.

En efecto, según esas denuncias, no es gratuito que esta plaza de mercado sea el epicentro para el funcionamiento de los nefastos préstamos al diario, popularmente conocidos como “gota a gota”, un infame sistema de usura llevada a los máximos extremos, el cual según las informaciones suministradas por las autoridades es manejado por organizaciones criminales. Lo cierto es que el “gota a gota” ha sido y es el mayor flagelo en El Potrerillo, esto a pesar de las promesas hechas por mandatarios nacionales, como es el caso del expresidente Juan Manuel Santos, quien precisamente para combatir a los agiotistas les ofreció créditos blandos y fáciles, pero al parecer esto no funcionó como se esperaba.

Es así como partiendo de las dificultades económicas que afrontan la mayoría de los vendedores de El Potrerillo, agravadas ahora a consecuencia de la pandemia de Covid-19, en la plaza se afronta desde tiempo atrás una delicada problemática representada en caos y abusos que afectan a centenares de personas.

De allí que en las últimas horas dirigentes cívicos de la zona decidieron dar a conocer esta serie de anomalías, que incluyen una permanente invasión del espacio público que se sufre desde las afueras del mercado, situación que de acuerdo con las denuncias es abanderada y fomentada por tres familias, quienes sacan pingües ganancias de esta anomalía, abuso al que además se unen los onerosos arrendamientos que deben pagar las personas que necesitan locales o bodegas en el entorno de El Potrerillo.

Reiteramos que no nos extrañan estas denuncias puesto que de tiempo atrás hemos tenido informaciones respecto a las mismas. Igualmente hemos visto cómo debido a las irregularidades que se presentan en este mercado, en más de una oportunidad se han registrado en la plaza sangrientos enfrentamientos con saldo de muertos y heridos.

Tenemos, entonces, que la plaza de mercado El Potrerillo de Pasto vive en estos instantes un ambiente peligroso que la convierte en una verdadera bomba de tiempo, que podría explotar en cualquier momento.

Por ello nuestro llamado es para que las autoridades locales le pongan el acento a los episodios que se están denunciando, puesto que tenemos entendido que existe una dependencia de la Administración municipal que se encarga del manejo de las plazas de mercado de Pasto.

Por lo tanto, esperamos que las denuncias hechas muevan a que se tomen cartas en un asunto que se nos antoja de cuidado, antes que se tenga que lamentar la ocurrencia de hechos de mayor gravedad , los cuales como se expresa de manera popular, se vienen “cocinando” desde hace tiempo.