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Cuando ya tenemos la temporada de Navidad y de fin de año a la vuelta de la esquina, nos asusta e inquieta el incremento de la inseguridad en Pasto.
Es cierto que la pandemia por Covid-19 cambió muchas cosas, pero estamos viendo con enorme preocupación como los episodios delincuenciales que de manera tradicional se incrementan durante esta temporada, siguen igual que antes o nosotros diríamos peor, puesto que la grave crisis económica ocasionada por el nuevo coronavirus es uno de los factores para el aumento de toda clase de actividades que van en detrimento de la seguridad ciudadana.
Precisamente por una situación que es endémica, cuando se aproximan los tradicionales festejos de diciembre, es que siempre las autoridades de Policia, en Pasto, Nariño y en Colombia en general, diseñan planes y operativos especiales, destinados precisamente para hacerle frente con fortaleza al intenso acoso delincuencial que durante estos días se constituye en un verdadero flagelo para la ciudadanía.
Nos estamos refiriendo a unos episodios que son evidentes y que en especial azotan con fuerza de huracán al centro de Pasto. En ese sentido, la triste realidad es que ninguna persona se siente segura, puesto que los ladrones se han apoderado de las calles para proceder a sus robos, mediante el cosquilleo, en desarrollo de los cuales sustraen celulares y carteras, Se trata de un delito en el que se involucran hombres, mujeres y hasta niños, puesto que las autoridades tienen conocimiento de familias enteras que se dedican a esta clase de robos, en los que se les mete a los bolsillos a los transeúntes para despojarlos de sus pertenencias.
Pero aparte de ellos estamos viendo como los calles de los sectores céntricos de la capital nariñense también están siendo tomadas por los vendedores de estupefacientes, otro factor que contribuye al deterioro de la seguridad, en tanto que para completar el oscuro panorama ahora ocurre que los atracadores han visto en las polisombras el lugar adecuado para esconderse y realizar toda clase de fechorías.
También debemos mencionar a los ladrones que se movilizan en motocicletas jalando carteras y celulares, otra pesadilla para la ciudadanía de Pasto, que muchas veces desesperada ante el agobio de estos malhechores criollos ha procedido a hacerse justicia por su propia mano.
En este orden de ideas nos parece que es el momento en que se comiencen a ver los planes y acciones especiales de las autoridades para enfrentar con decisión a nuestros avezados delincuentes criollos.
Como se dice hay que madrugarle a la inseguridad y en ese sentido da la impresión que nuestras autoridades se están quedando dormidas, en detrimento de la ciudadanía. De allí este vehemente llamado en el que simplemente somos voceros de la comunidad, la cual se encuentra bastante preocupada por la sensación de inseguridad que se siente por estos días en la ciudad de Pasto. Por lo tanto, esperamos que las autoridades refuercen sus acciones en estos días que restan del año, los que son los más sensibles en lo que tiene que ver con la ocurrencia de actividades delictivas, estemos o no en pandemia, a ver si luego de este azaroso año que hemos pasado al menos tengamos la oportunidad de disfrutar de las fiestas que se avecinan en paz.