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Si bien es cierto la pandemia provocada por el Covid-19 no permitirá en el municipio de Pasto la tradicional celebración del Carnaval de Negros y Blancos 2021, es oportuno que el señor Alcalde y directivos de Corpocarnaval destinen los más de 3.000 millones de pesos que suele girar el Gobierno Nacional para dichas festividades a obras humanitarias a favor de las familias más vulnerables de las 12 comunas y 17 corregimientos que en esta Navidad no tendrán como pasar la Novena de Aguinaldos y la Nochebuena.
Lo propongo porque en el desarrollo de mis cotidianas labores periodísticas en las que he recorrido plazas de mercado y vulnerables sectores urbanos y rurales de Pasto, he palpado las infinitas necesidades de humildes padres y madres de familia que carecen de comida, frazadas y vivienda para ellos y sus seres queridos.
Las dolorosas escenas en las que también modestos abuelitos y sus nietos lloran porque no tienen un mendrugo de pan, las he evidenciado en los barrios Juan XXIII, Polvorín, San Albano, La Cruz, La Palma, San Miguel de Jongovito, Belén, Doce de Octubre, Jamondino, Jongovito, Buesaquillo, Genoy, Mapachico, Santa Clara, Altos de Chapalito y Aranda, entre otros sectores que en este espacio jamás terminaría de nombrarlos.
Teniendo en cuenta que en el año que viene no habrá Carnaval de Negros y Blancos insisto en que sería humanitario invertir esos dineros en la compra de remesas para aquellos hogares que sobreviven en medio de las necesidades y la indiferencia de las autoridades gubernamentales de turno. Frente a esa penosa situación, en lugar de distribuir esos millonarios dineros en la contratación de agrupaciones musicales que en medio de la tristeza generada por la pandemia ‘alegrarán’ virtualmente a las familias pastenses sería más productivo, prioritario y humanitario tenderle la mano a aquellas familias que ofrecer espectáculos musicales.
Todos somos conscientes de que en estos preocupantes momentos en los que el Covid-19 le ha arrebatado la vida a más de 800 nariñenses los ánimos no son los mejores y por respeto a ellos y a sus familiares, estos no serían los instantes para cantar, ni bailar virtual, ni presencialmente.
Con el debido respeto que me merece la actual administración municipal, en solidaridad a las víctimas del Covid-19 en lo que resta de este 2020 e inicios del 2021 tampoco debería realizar denominado el Carnaval de Negros y Blancos no convencional, porque aparte de no llamar la atención, serán cientos los hogares que no querrán saber de festividades.
En conclusión sería una mala inversión financiar los eventos que rodearán la anunciada celebración virtual y por eso lo mejor es que la administración municipal previa autorización del Gobierno Nacional invierta los dineros del Carnaval en obras humanitarias que tanto bien le harían a cientos de hogares del municipio de Pasto que en medio de dichas celebraciones seguirán soportando hambre y padeciendo otras necesidades.
Por: Juan Miguel Narváez Eraso.