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Mientras en muchísimos países del mundo ya comenzaron su plan de vacunación contra el Covid-19 desde el pasado mes de diciembre, en Colombia aún es incierto cuándo se dará inicio a la inmunización de ese virus letal que ha cobrado la vida de miles de personas. Y no es para menos. Nuestro país ha sido uno de los más afectados por la pandemia y día tras día vemos cómo sube la cifra de contagiados y de muertos.
Igualmente vemos también como día a día muchas personas se van a la banca rota y cierran sus negocios por la grave crisis social y económica desatada por el coronavirus.
El comienzo de este año ha sido caótico y el virus avanza a pasos agigantados y las Unidades de Cuidados Intensivos UCI, se encuentran al borde del colapso en muchas ciudades de todo el país.
Aunque esto es algo que se veía venir. La gente no entendió que la pandemia es algo serio y pasaron diciembre como si nada estuviera ocurriendo. Hicieron fiestas, reuniones sociales, se aglomeraron en los almacenes para hacer compras, viajaron por todos lados sin ningún cuidado, atiborraron las calles y ahora muchos se lamentan.
Y como siempre ocurre, las personas que no acatan las normas son las que después salen a quejarse contra el alcalde, el gobernador o la presidencia, clamando ayuda o echándoles la culpa de sus desgracias.
Desde que se terminó la cuarentena, se dijo que se continuaba con un aislamiento inteligente, donde cada quien debía cuidarse y cuidar a los suyos, saliendo a la calle exclusivamente si es necesario, usando tapabocas, manteniendo distanciamiento social y lavándose las manos continuamente, entre otras medidas.
Pero no, resultó que ni Noé tuvo tanto problema para encerrar a los animales. Muchos salen a las calles a nada, hacen visitas, no usan tapabocas y hasta se atreven a decir que el virus es una mentira.
Con ese pensamiento vemos que el aislamiento inteligente no dio resultado porque simplemente muchos no tienen ni cinco de inteligencia y mientras ellos andan de rumba, los trabajadores de la salud dan la batalla en los hospitales, incluso sin que les paguen el sueldo.
Lo que importa realmente es que lleguen pronto las vacunas. Muchos dicen que no se la quieren poner, pues cada quien es libre de hacerlo o no, pero los que si queremos, como van las cosas nos tocará comprarla ya que la gratuita al parecer llegará más tarde que las que estarán en venta.
Por: Jaime Goyes Andrade.