¡Al Pasto hay que salvarlo!

EDITORIAL

La crisis económica del Deportivo Pasto, principal responsable de las paupérrimas campañas del equipo en el campeonato profesional de fútbol colombiano, es producto de los grandes errores que han cometido sus directivos.

Equivocación tras equivocación tienen hoy al equipo nariñense en una situación paupérrima, en la que no se les paga a los jugadores, lo que en las últimas horas generó un tremendo escándalo ante el anuncio de que para presionar el pago de sus salarios el Deportivo Pasto no jugaría su partido del domingo.

En ese sentido nos duele en el alma que en estos momentos la institución que tantas alegrías nos ha brindado, como aquel inolvidable título del 2006, se haya convertido en un hazmerreír en el ámbito deportivo nacional, en donde a través de los más prestigiosos medios de comunicación se difunde a los cuatro vientos que el señor Oscar Casabón, además de no pagarles a sus jugadores, maneja el equipo como a él le da la real gana.

 

«La amarga realidad en el Deportivo Pasto es que todo este desgreño administrativo, en estos momentos se refleja en el desempeño del equipo que durante todo este año permaneció en los últimos lugares de la tabla de posiciones, por lo que ahora, solo espera que se acabe el actual campeonato».

 

Por ello no es de extrañar las malas contrataciones de jugadores que llegan para no hacer absolutamente nada, los continuos despidos de los trabajadores y otros hechos irregulares, los que a través del tiempo constituyen los eternos problemas de la institución.

Obviamente al ser sus integrantes una especie de monigotes, que tienen que acatar sin discusión las órdenes del presidente, la actual junta directiva también se equivoca garrafalmente, lo cual unido a las grandes dificultades que trajo la época de pandemia han llevado al equipo a una situación desesperada como angustiante.

Además no sabemos si se deba a la dictadura que ejerce el señor Casabón, pero la triste realidad es que históricamente la indiferencia de asociados e hinchas, así como el poco respaldo de empresas privadas y públicas, son otra de las causas por las cuales el actual panorama del Deportivo Pasto sea oscuro e incierto.

Ante la gravísima situación que padece el equipo, y de paso martiriza a sus hinchas, nos parece que la institución que es un símbolo de nuestro departamento de Nariño, requiere con suma urgencia un cambio de régimen solidario, para que se constituya en una sociedad anónima, con ánimo de lucro, como la única manera para que lleguen los inversionistas que rescaten la entidad. Igualmente nos parece que desde afuera debe haber una participación de diferentes estamentos sociales, incluidos los medios de comunicación, para que aporten ideas e iniciativas que ayuden a la búsqueda de una solución adecuada.

En ese sentido, a través del tiempo nos hemos dado cuenta que han surgido diferentes movimientos, en desarrollo de los cuales más de una vez, se ha pedido la renuncia del presidente de la institución, al considerarse que no es la persona más idónea para decidir sobre el destino y el futuro del Deportivo Pasto.

La amarga realidad es que todo este desgreño administrativo, en estos momentos se refleja -¡y de qué terrible manera!- en el desempeño del equipo, que durante todo este año permaneció en los últimos lugares del tablero general de posiciones, por lo que ahora, sin ninguna posibilidad de clasificar, solo espera que se acabe el actual torneo.

Consideramos que debemos pensar en una especie de cruzada para salvar al Deportivo Pasto, antes que la crisis se haga insostenible, puesto que todo lo que está pasando es el espejo de una pésima administración, en la que no hay sentido en las decisiones, por lo que estas terminan hundiendo aún más, si esto es posible, a un equipo que como el Deportivo Pasto merece respeto.

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