Los 10 mandamientos de Petro

Anibal Arévalo

En un día con un sol radiante, renace la esperanza entre los pueblos más apartados y olvidados, esos que Francia Márquez, por bondad de Eduardo Galeano, le llamaría ‘los nadies’. El pueblo colombiano vive un jubilo inmortal después de una horrible noche. Ya nada será igual: habrá mejores oportunidades para los jóvenes con más cupos universitarios; los niños y los adultos mayores serán una prioridad en el nuevo gobierno; la protección del medio ambiente y la transición hacia energías limpias, la bandera. Hacer de la ciencia, la cultura y el conocimiento la energía del siglo XXI.

Es la primera vez que en más de doscientos años de vida republicana gana un candidato de izquierda; en un país que se ha desagrado en una violencia demencial, donde varios grupos guerrilleros veían como única opción posible de hacerse al poder por la vía armada. El triunfo de Gustavo Petro demuestra que las formas violentas quedaron atrás y es una demostración de la lucha democrática a través del discurso. Es un gran mensaje para grupos que persisten en armas como el ELN y otros grupos residuales.

Y es que precisamente para el presidente Gustavo Petro la prioridad es la paz. Algunos grupos armados ya han manifestado su disposición de negociar con el nuevo gobierno. Muchos sectores de la economía llaman a gritos la paz para poderse desarrollar, como el turismo que se ha convertido en la mayor fuente de ingresos para muchos países, como ocurre con la vieja Europa que mira pasar cientos y miles de turistas por sus calles, que dejan ingresos importantes que garantizan calidad de vida y empleo para diferentes actividades comerciales como hoteles, restaurantes y un sinfín de artículos que se comercializan sin parar.

El turismo no se puede desarrollar en Colombia si no hay paz. Podría generar 15 millones de visitas al año y 15.000 millones de dólares de utilidades.

La paz es el primer mandato del decálogo que planteó Petro, entendiéndose que la paz es el elemento fundamental en la convivencia, el desarrollo económico y la prosperidad de los colombianos. La paz es un imperativo para la ejecución del plan de desarrollo; la paz es una manifestación de la presencia del Estado en regiones apartadas dónde no llega un médico o un profesor.

Seguidamente se enfoca en la protección de los sectores de mayor fragilidad de la vida humana con el cuidado de abuelos y abuelas y niños y niñas, igual que la discapacidad, son los momentos que la historia y la sociedad ha olvidado.

Su compromiso, cómo siempre lo ha sido, es hacer un gobierno con y para las mujeres en un trabajo paritario y con la creación de un Ministerio de la Igualdad, bajo las orientaciones de Francia Márquez.

«El diálogo será mi método, los acuerdos mi objetivo» señala para indicar que dialogará con personas de todas las condiciones. Y, en otro mandamiento, le impone a toda la estructura de gobierno escuchar a todos los colombianos, para que nadie se sienta atrapado entre las cortinas burocráticas.

Su gobierno asume el compromiso de proteger a los colombianos y colombianas de todas las formas de violencia; para ello se trazarán estrategias de prevención y la persecución de bandas criminales.

A regalón seguido se establece el compromiso de luchar contra la corrupción y sin miramientos, con el compromiso de cero tolerancia y recuperar lo que se han robado.

Un capítulo muy importante constituye la protección del medio ambiente y no permitir que haya explotación minera en detrimento de los ecosistemas. Asimismo, la transición hacia energías limpias que permitan reemplazar el petróleo y el carbón y que hagan de Colombia potencia mundial de la vida.

El desarrollo de la industria nacional, la economía popular y el campo colombiano con el compromiso de apoyar a todo aquel que madruga al alba para entregar todo su esfuerzo por Colombia: al agricultor, al campesino, al pequeño empresario. Apoyar la ciencia y la cultura para hacer del país una sociedad del conocimiento y la tecnología.

Y cierra su decálogo con el compromiso de respetar la Constitución y las leyes con el principio establecido en el artículo primero de la Construcción Política de Colombia dónde se señala que Colombia es un Estado Social de Derecho y República unitaria, que diríamos es el máximo compromiso para mantener la seguridad jurídica que permita la tranquilidad de los colombianos y resulte atractivo invertir en el país.

Por: Aníbal Arévalo Rosero

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