¡No más violencia contra la mujer!

Christian Benítez

Ayer se conmemoró el día internacional de la No violencia contra la mujer, grupos feministas, organizaciones de género, y mujeres en general participaron de las diversas actividades en la ciudad con el objetivo de visibilizar esta problemática, pero también de reclamar sus derechos y exigirle a esta sociedad patriarcal un trato justo, igualitario, inclusivo y sin violencia

Y es que en nuestra ciudad, como en el mundo entero este sigue siendo un problema estructural, quizá Pasto ha avanzado en su infraestructura, en el numero poblacional, en servicios públicos, educativos y hasta sociales, pero en lo que no hemos progresado es en nuestra forma de pensar, aún estamos en la época antigua, donde le tememos a lo desconocido, a lo diferente, a perder nuestro estatus en la sociedad; y estoy hablado precisamente de los hombres, quienes muchas veces nos sentimos “superiores” y le tenemos a la igualdad, como no será que hasta nos hemos hecho llamar el “sexo fuerte”.

Según cifras del Observatorio de Género de la Universidad de Nariño, el 54,78% de las mujeres de Pasto han sido víctimas de Violencias Basadas en Género, VBG. A esta cifra debemos sumarle todas las discriminaciones invisibles que se generan en ámbitos públicos y privados, donde se reproducen estereotipos tradicionales de género que normalizan las relaciones de poder entre mujeres y hombres y, por ende, la perpetración de la violencia.

Y no solamente estamos hablando de la violencia física que se ejerce contra la mujer, sino de muchas otras formas que violentan sus derechos, como la sexual, psicológica y económica. Las amenazas, la coerción y la manipulación son también formas de violencia de género. Nariño ha sido y sigue siendo un territorio machista y sexista, a pesar de que las entidades estatales les apuesten a procesos educativos que pretenden mejorar la paridad de género, esto parece ser imposible.

De acuerdo con el estudio ‘Mujeres y hombres: brechas de género en Nariño’, realizado por el Observatorio de género, el 54.1% de la población son mujeres, sin embargo, esto no se ve reflejado ni en los cargos públicos, ni en la participación política, ni en las tazas de empleo, ni en la escolaridad, hecho que incrementa la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres, muestra fidedigna de la violencia que sufre este grupo poblacional.

La defensa de los derechos femeninos, la erradicación de la violencia contra este grupo poblacional, no solo es tarea de las mujeres y de la población diversa que hemos pasado por algo similar, sino que es tarea de todos y todas, incluidos los hombres; y es que somos nosotros quienes más debemos trabajar, ya que necesitamos un verdadero cambio estructural y de pensamiento, ya que todo radica en nuestra “superioridad”; por ello hay que apostarle al fortalecimiento de los procesos de igualdad y equidad, desde nuestros infantes y jóvenes hasta nuestros mayores, es una tarea compleja, pero no imposible.

por: Christian Benítez Ramírez

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