El juzgado 74 de garantías de Bogotá decidió dejar en libertad a Nicolás Petro y a Daysuris del Carmen Vásquez, luego de haber sido privados de libertad por los cargos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos.
Ante la situación de amplio ruido de magnitud judicial y político que dejó en libertad a Nicolás Petro Burgos, hijo mayor del mandatario Gustavo Petro, la investigación aún no acaba.
La decisión se hizo pública el pasado cuatro de agosto, a las 10 de la noche, tras la exposición de pruebas de la Fiscalía, que incluían chats, contratos, audios, fotografías y testimonios que conforman parte el expediente en su contra. Dicha diligencia tuvo un cambio de rumbo, tras una diligencia de más de nueve horas.
Por su parte, el juzgado también fijó la libertad a Daysuris del Carmen Vásquez, expareja de Nicolás Petro, quien también fue capturada, el pasado 29 de julio en Barranquilla. Está investigada por los delitos de lavado de activos, además de violación de datos personales. Ambos ya están en un proceso de colaboración con la Fiscalía para recibir beneficios judiciales en la investigación en su contra.
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La audiencia que conllevó a la libertad de Nicolás Petro
Durante los primeros momentos de la audiencia, el fiscal encargado, Mario Burgos, argumentó, después de haber escuchado en interrogatorio a Nicolás Petro, quien por voluntad propia decidiera colaborar con la investigación. El hijo del mandatario reveló hechos que la Fiscalía no conocían. Dentro del testimonio se revelaron movimientos de dinero irregulares que podían comprometer la campaña que llevó a la presidencia a Gustavo Petro.
De acuerdo a esto, el fiscal Burgos dijo: “Nicolás Petro “aportó información relevante que hasta el momento la Fiscalía desconocía acerca de la pasada campaña presidencial del actual presidente Gustavo Petro Urrego”. Los datos que habría dado el hijo del presidente, según el ente investigador, dan cuenta de dineros “que ingresaron a dicha campaña, los cuales, al parecer, habrían superado los topes mínimos permitidos por la ley, y una parte de estos dineros no habrían sido reportados ante las autoridades electorales”.
Adicional a esto, el fiscal Burgos manifestó que dentro de la colaboración que acordaron con Nicolás Petro, él mismo corroboró que “sí recibió altas sumas de dinero por parte del señor Samuel Santander Lopesierra, conocido como el Hombre Marlboro; del señor Gabriel Hilsalca Acosta, hijo del polémico Alfonso El Turco Hilsalca; y del Óscar Camacho, un poderoso empresario de Cúcuta. Una parte de los dineros, según Nicolás Petro, se quedaron para incrementar el patrimonio propio y el de su esposa Day Vásquez.
Así mismo, buscaron darle apariencia de legalidad a dineros que nunca fueron reportaron y del cual sacaron provecho propio. Aunque la Fiscalía no dio detalles de cuánta plata entró a la campaña a la presidencia de Gustavo Petro, lo que sí señaló es que, a los bolsillos de Petro y Vásquez, fueron a parar $1.050 millones que no pudieron justificar. De acuerdo a lo que Petro le aseguró al fiscal Burgos, el procesado tiene pruebas y precisaría de cuánto fue el aporte ilegal a la campaña, así como las personas que estuvieron detrás de los pagos.
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¿Qué le deparará a esta condición de libertad?
Ahora, la Fiscalía, los procesados y sus correspondientes abogados entran a un proceso de negociación para determinar qué tan valiosa puede ser la colaboración de Nicolás Petro y Day Velásquez. Una de las vías escatimadas es la del preacuerdo, en la que los investigados aportan a la investigación, a cambio de la rebaja en su pena y otros beneficios, como no ir a la cárcel. La otra, la del principio de oportunidad, en la que la Fiscalía puede suspender o parar la persecución penal, es decir, puede detener la investigación.
