Enero… tramo largo y pesado

Después de toda esa bulliciosa, prolongada y costosa maratón  festiva, a  veces con excesivo e innecesario derroche de regalos, bebidas y otros elementos, que arrancó desde la novena del Niño Dios( mediados de diciembre) hasta el 7 de enero.
Sofonías Rodríguez

Después de toda esa bulliciosa, prolongada y costosa maratón  festiva, a  veces con excesivo e innecesario derroche de regalos, bebidas y otros elementos, que arrancó desde la novena del Niño Dios( mediados de diciembre) hasta el 7 de enero, que en algunos lugares se hace como el cierre  de festividades de fin de año y carnavales, queda el balance, o más bien el interrogante de cómo  se manejaron las finanzas caseras.

Y es que en esta clase de celebraciones, mucha gente aunque no sea muy solvente tiene como la costumbre  de posar ante los demás como generosa, elegante y que está al ritmo de la moda, más en esta era cuando la sociedad se deja llenar la cabeza de los caprichos del comercio. Hoy es el momento de hacer cuentas y aceptar un posible déficit en el presupuesto de la casa.-

Cuántos que hasta hace algunos años pintaban la casa, estrenaba todo el núcleo familiar y se hacían fiestas con comida especial y fino licor, hoy ya no se puede porque los gastos se multiplican y se encarecen  en todo. El arriendo, la comida,  la salud y la educación entre otras cosas pesan para quienes su salario resulta insuficiente para hacer frente al actual momento en donde el costo de vida supera todos los cálculos.-

Hay que aceptar que casi por tradición se deja para diciembre y primeros días de enero los distintos compromisos sociales.- Hay bautizos, primeras comuniones, matrimonios, fiestas familiares, que requieren de un presupuesto adecuado para cada ocasión en donde los lujos, el caché y la etiqueta salen a relucir, sin importar cuánto le va a costar al bolsillo de los anfitriones.

En educación, al pobre padre de familia que tiene hijos en primaria, bachillerato y universidad le es muy difícil  porque a diferencia de hace años hasta acá es abismal por  cuanto un solo semestre en universidad privada vale un promedio de cuatro a cinco millones, mientras que en la pública no tiene costo en estos últimos años.-Pero aún con educación gratuita, el estudiante  que llega la capital, debe pagar alimentación y hospedaje.-

Enero, es un mes no sólo donde empieza el año, sino  en tomar el tortuoso camino con un tramo largo  y pesado,  porque todo el mundo queda sacudido y con saldo en rojo por todo lo que se hizo al calor de la emoción y el gusto por compartir o quedar bien con familiares y amigos.- Atrás quedaron esos buenos deseos de dicha y prosperidad y ahora a trabajar para cuadrar caja sobre todo cuando se llega a la conclusión de que hubo exceso en algunos gastos.-

Pero esa es la vida, qué vamos a hacer, algún día se acomodarán las cargas.

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